Los efectos secundarios varían mucho de un paciente a otro pero las náuseas, los vómitos, la fatiga intensa, la caída del cabello y la pérdida de glóbulos en sangre son los más frecuentes. Al menos tres de cada cuatro pacientes padecerán como consecuencia una anemia severa -disminución de los glóbulos rojos- con la consecuente debilidad, somnolencia, dolor de cabeza, fatiga constante, falta de aire y palpitaciones aunque no necesariamente se presentan a la vez todos los síntomas descritos.
También bajan los glóbulos blancos ya que resulta afectada la médula ósea y disminuyen las plaquetas impidiendo el control por el cuerpo de una posible hemorragia. Es igualmente corriente observar hemorragias muy pequeñitas (se ven como puntitos rojos), principalmente en el interior de la boca y en las piernas. También es más fácil hacerse moretones. Ambas terapias provocan además inflamación e, incluso, úlceras en las membranas mucosas así como en la boca y la garganta.
Estos tratamientos dejan muy afectada la estructura energética del paciente y bloqueados los canales de circulación de energía, y la terapia Reiki puede ayudar a disminuir estos efectos secundarios al canalizar energía directamente hacia todos los sistemas del paciente.
ADVERTENCIA
No se afirma que el Reiki o la sanación curen el cáncer; solamente que pueden ayudar al paciente a afrontar el cáncer y cualquier tipo de enfermedad.